sábado, 30 de agosto de 2008

Actuación en café- restaurante, Planta Alta, Montevideo, 23 de agosto.

En pleno corazón de Montevideo (la plaza Cagancha) sobre el conocido Mercado de los Artesanos, esta el café restaurante Planta Alta, un espacio para los cuentos y su magia.
Aquí nos encontramos para contar (este servidor) y para escuchar los amigos narradores de Uruguay que me consiguieron esta función y que me acompañaron con su cálida presencia. Estaban los amigos del grupo Ta pal Cuento, Caperucitas Complices, Nire Collazo...
De verdad que fue un placer estar allí este viernes en vísperas de la conocida noche de la nostalgia uruguaya. Como anécdota que como telón de fondo tuve las fotografías de conocidos transexuales, que también me acompañaron durante los cuentos con su mirada quieta y con una sonrisa dibujada en los labios.





Actuación en Liceo de Montevideo: 23 de agosto.

Mi amiga Susana de León me llevó al Liceo (Instituto) donde trabaja como profesora y donde ella esta trabajando la narración oral para jóvenes, según me contó varios narradores han pasado por su liceo dejando sus cuentos. También varios de los chicos se han dejado seducir por la oralidad he incluso han empezado a narrar sus historias creando así una valiosa cantera de futuros cuenteros y soñadores de la palabra para la República Oriental del Uruguay y el mundo.
Siempre he escuchado de varios colegas lo difícil que pueden ser los adolescentes como público de los cuentos, pero la verdad es que para mi son un público con el que me siento muy cómodo. Al principio llegan los chicos y las chicas como yendo de muy duros y viendo a ver con que les sale el cuentero, y pensando a lo mejor que los cuentos son solo para niños, pero cuando empiezan las historias poco a poco se van metiendo (algunas veces en el acto, sobretodo las chicas) y se van dejando llevar por las historias, por los momentos de humor, de amor, los silencios...bueno y no digamos nada cuando les toca uno algún tema medio picante porque se ponen como locos. Aquí no me perdonaron que dijera coger (tomar) un buen numero de veces y se partían de la risa, je,je y yo también. Bueno para el que no lo sepa la palabra coger aquí tiene una fuerte connotación sexual, que si bien los niños pequeños ni se inmutaban cuando les contaba que el jaguar cogía al conejo por las orejas, los adolescentes dejaban sentir sus risillas cuando decía que Ruperto cogió el autobús, no pasa nada, te ries un rato y por ahi derecho te das cuenta de la diversidad de significados de país a país en una palabra tan sencilla y util como coger.



martes, 26 de agosto de 2008

¡Se me ha muerto el portátil!

No sé qué le pasa a esta dichosa maquinita, las fotos de Uruguay se las quedo debiendo. En las entradas de Argentina y Chile sí pude colocarlas.
Un fuerte abrazo.

lunes, 25 de agosto de 2008

Contando cuentos para el fantasma de Rosina. El Durazno: 22 de agosto.

Carlos esperó casi a que estuviéramos en Durazno para contarme la historia: la sala del Pequeño teatro de Durazno tiene una presencia, un fantasma que continuamente se hace sentir, cerrando puertas, abriéndolas, pasando rápidamente por tu lado sin tiempo nada más que para ver una sombra fugaz y huidiza, o incluso interfiriendo en las actuaciones, tal vez porque no le gustaban las obras o quién sabe porqué. Rosina fue una de las actrices más reconocidas de la localidad de Durazno (Uruguay), fundadora de la sala del Pequeño Teatro (una sala preciosa y con mucho ángel) y una vez muerta su presencia jamás ha dejado de sentirse, tanto por sus mismos amigos de compañía, como por el público, o personas que visitan la sala.
La tradición manda que antes de subirse a las tablas del escenario hay que pedirle permiso al espíritu de Rosina y ella dispondrá.No puedo negar que la historia me asustó un poco y más viendo la seriedad con la que me la contaba la gente del lugar. Un dato a tener en cuenta, era la primera vez en Durazno que se trabajaba la narración oral en persona de un Cuentacuentos (profesionalmente) y la primera vez, lógicamente, que se contaba cuentos en la sala del pequeño teatro. Y vaya uno a saber si los cuentos le gustarían a Rosina, tan acostumbrada a otro tipo de espectáculos.
A las ocho en punto teníamos en las butacas de la sala aproximadamente 30 personas (no eran muchas, es verdad, pero ninguna nunca había escuchado a un narrador oral, toda una novedad para ellos).A las 20:15 me subí a las tablas, previamente y con un total respeto, pedí permiso a Rosina para subir al escenario. La función comenzó; un cuento, dos cuentos, tres cuentos… yo me preguntaba si alguna de esas 30 personas sería Rosina, si lo era nos divertíamos juntos…llegó el ultimo cuento, no sentí ningún ruido ni nada extraño, parecía que había pasado la prueba, una función preciosa, el público animado me pidió otro cuento y yo se lo compartí con el mayor de los gustos. Me aplaudían pero el aplauso no debía ser sólo para mí, agradecí a Rosina permitirme subir a su espacio y esperaba que le hubiera gustado mi trabajo, pedí un aplauso para ella, porque sin su esfuerzo jamás hubiéramos podido estar allí, en esa cálida esquina de la bella ciudad de Durazno, contando y escuchando cuentos.

Y seguimos con los cuentos por el interior de Uruguay: 22 de agosto.










En el jardín de infantes del pueblo 25 de agosto me esperan mis ciento veinte pequeños clientecitos. Niños y niñas de 3 a 6 años, todos bien puestecitos con su uniforme. Empiezan los cuentos…

Con mis cuentos por las escuelas del interior del país: 21 de agosto.

Qué par de funciones tan preciosas! Primero estuve en la escuela Fray Tomás, donde los niños me recibieron con un caluroso saludo. Que caritas las de estos niños y niñas, se notaba su pureza y su tranquilidad, propia de niños de pueblitos alejados del ruido de las grandes ciudades, pero no por eso menos importantes y donde según me comentaban las profesoras, pocas veces llegan actividades lúdico- culturales para los niños. Pero gracias al trabajo de personas como Carlos Moreno, Deysi, Miguel (compañeros de Carlos), las cosas van cambiando.
En la escuela de Chamizo, donde estuvimos por la tarde, la directora había preparado una cartelera donde puso fotos mías, mi reseña, un fragmento de un cuento y durante la semana les había hablado de mí, tanto que hasta incluso una niña se animó a escribirme y a decirme que me esperaban con impaciencia. Qué linda Hillary.
Nunca había firmado tantos autógrafos en mi vida por lo menos más de cien. Al terminar ambas funciones los niños me rodeaban para que les pusiera la firma pata de gallina ya fuera en un papel, en el cuaderno o en su propia mano.
Aún estoy recibiendo sus emails de saludos y comentándome la función.
Gracias a un programa del actual gobierno uruguayo a todos los niños y niñas se les hace entrega de un pequeño portátil para que se conecten al ciber espacio, hagan sus deberes, y por qué no, saludar al cuentero que los visitó en un bonito día sobre el campo uruguayo.

Florida: 20 de Agosto.

A dos horas de Montevideo en autobús, se encuentra la capital del departamento de Florida. Aquí me encuentro con Carlos Moreno, narrador uruguayo y gestor cultural, quien me ha coordinado varias actividades en escuelas del interior del país.

Taller coordinado por el grupo Ta Pal Cuento. 18 de agosto. Tarde

23 personas, había entre los asistentes varios narradores formados con Niré Collazo y Francisco Garzón Céspedes. Normalmente prefiero que mis talleres no pasen de 15 personas, pero un pequeño fallo de comunicación subió el límite. Pero no importó, a lo mejor el 23 es un número mágico, porque la cosa fue que ni que estuviera planeada.
El taller de Los trazos de la voz en la narración de cuentos nos hizo divertir y aprender. Estoy totalmente convencido de que la mejor manera de aprender es divirtiéndose y eso fue lo que hicimos.
Los trazos de la voz en la narración de cuentos:
Las pausas, esos silencios que llenan de fuerza la palabra que continúa. Con nuestra voz dibujamos paisajes cual si fuera un pincel, creamos personajes, subimos, bajamos, hipnotizamos al público y nos hipnotizamos nosotros, para entrar juntos en esos mundos, en esos bellos rincones que nos regala un cuento.

Montevideo.

Me recibió Susana León que pese a estar enferma pasó por mí por la estación, todo un detalle con este cuentero.
Montevideo:
Único puerto natural sobre el río de La Plata al que los indígenas llamaban Paraná Guazú que para ellos significaba río grande como mar.Los españoles cuando llegaron al río de la plata a mando de Juan Díaz de Solís lo llamaron el mar dulce por lo inmenso que era y es. Ni siquiera se ve la otra orilla, la del actual lado argentino.Dos versiones me dieron del nombre de Montevideo:La primera que fue un nombre puesto por los navegantes portugueses que al ver el cerro tutelar de la ciudad desde sus barcos, exclamaron “Monte vid eu” (portugués antiguo)La segunda habla de que era el sexto monte de este a oeste: Monte VI D E O. Con el correr de los años los números romanos cambiaron de uso y pasaron a ser las letras del actual nombre.La ciudad es linda y coqueta y encontré algo muy característico, es una ciudad baja, sin grandes edificios, a diferencia de la ostentosidad de los edificios bonaerenses, Montevideo es una ciudad muy horizontal, pero no por eso menos bella. Pregunte a alguien por que razón sería (Fernanda) y esta persona me respondió: “y si hacemos edificios altos ¿con que gente los llenamos? No pudo darme respuesta más clara. Uruguay es un país de tres millones de habitantes y con mucho más territorio que muchos países europeos.

























Cruzando el río de La Plata: 18 de agosto.
















16 de agosto: Actuación biblioteca de las islas del Delta del Tigre. Función niños 11 horas. Adultos 18 horas Café bar Literatos.

Todo el mundo me hablaba del Delta del Tigre, de lo bonito que era y de lo mágico que sería estar allí. No me mentían. Pero antes de ver el paisaje natural me encontré con el paisaje humano. Liliana Bonel y su marido Guillermo me recogieron tempranito, en el camino nos fuimos conociendo, compartiríamos todo ese día con los cuentos como hilo conductor y la cosa ya pintaba muy bien, como dicen en mi tierra, al desayuno se sabe como será la comida, y el desayuno en su compañía fue excelente. En el Tigre nos encontramos con Lucila, la directora de la biblioteca, señores y señoras, qué personaje tan agradable, hasta me enseño una palabra “descamalotar: acción de quitar los camalotes”, como me reí con esta palabra, je,je.
La función la compartimos Liliana y yo, qué precioso fue escucharla, me encantó como narradora y como persona ni se diga. Mi amiga Clara ya me había hablado de ella y de verdad que es una persona muy cálida y cercana.
Hicimos un buen tandem y lo celebramos con una buena comida y con un paseo en barco por el delta del Tigre, qué bonito paisaje, la arquitectura de la naturaleza no deja de sorprenderte. El delta del Tigre es uno de los dos únicos deltas del mundo creado por el arrastre de sedimentos del río. Se formaron una gran cantidad de islitas repletas de naturaleza vernácula. Entre las islitas gran cantidad de canales navegables que semejan una Venecia tomada por la naturaleza y en donde en el meandro menos pensado te puede aparecer, no un gondolero, sino a lo mejor un duende o tal vez el Mohan, espíritu protector de las aguas de este bello continente americano.
Por la tarde sesión para adultos. Muchas de las personas que nos escucharon contar en la biblioteca por la mañana volvieron, pero esta vez sin sus retoños. Varios narradores de la zona también se acercaron como Claudia Macchi. ¡Qué bien nos la pasamos! Los cuentos de un viajero dejaron su semilla.
Desde ya estoy deseando volver al Tigre, si algún día pueden pasar por aquí no duden en hacerlo, ya sea para narrar o de turismo y si son las dos cosas a la vez, mucho mejor.



















15 de agosto: Actuación Espacio: "En el corazón de Buenos Aires" Bravard 1144. Espacio de Inés Grimland.

Qué linda contada, encima tuve la oportunidad de contar delante de mi querida amiga argentina, Emiliana y de su novio Lucho. Una buena amiga a la que desde hace 6 años no veía.
Este espacio de verdad que es mágico, en su propia casa mi amiga Inés se ha inventado su propio rincón para los cuentos. El valor de la entrada incluía además de la sesión de cuentos, una degustación de comida colombo-argentina (antes de la función estuve cocinando mis archiconocidos patacones pisaos con guacamole y hogao, je,je) Inesita puso el toque argentino con un delicioso Locro.
Primero cenamos, luego vinieron los cuentos y por último hicimos una pequeña charla taller donde todos los asistentes me preguntaron cuanto quisieron, y ya para rematar alguno incluso se animó a contar divertidas anécdotas de su vida.

De turismo por Buenos Aires. 13 y 14 de agosto.










Actuación dentro del taller Tú historia cuenta. Coordinado por Inés Grimland. C.Cultural Rojas de Buenos Aires. 12 de agosto.

Actuación dentro del taller dictado por Claudio Ledesma del círculo de cuentacuentos: 11 de agosto.

En el típico barrio de San Telmo me citó Claudio. Un barrio con cierta similitud al Rastro de Madrid. Las mañanas de domingo las calles se llenan del colorido de mil cosas, atrapa sueños, sueños, esculturas, pinturas, antigüedades, cosas que pueden arrancarte una sonrisa o hasta una lágrima. Pero hoy no es domingo, ni es de mañana y llueve en Buenos Aires. Toco el telefonillo y espero que claudio baje a abrirme. El taller se dicta en su casa, un espacio acogedor, colorido y lleno de gatos, gatos de madera, de cristal, tela, cera… pero ninguno de carne y hueso. Los alumnos me esperan en la sala, después de las presentaciones y unas sonrisas empiezan los cuentos. Reímos juntos, viajan conmigo en las historias, luego charlamos sobre lo narrado y brindamos por un nuevo encuentro.

Un colombiano en medio de la barra brava del Boca. 10 de agosto.

Sí, señores y señoras, como lo leen, terminé metido en medio de la barra más brava del fútbol argentino y del mundo ¿Qué cómo fue eso? Pues no sé ni cómo pasó. Reservé la entrada el viernes en un supuesto lugar serio y resulta que a la hora de la verdad, el domingo, me habían cuasi timado, no tenían mi entrada y el muy cara dura con el que había hecho la reserva me dijo: “che, no está la entrada, la cosa se complicó, pero te voy a meter en preferencia, que es la más cara…” En principio yo había comprado una entrada para la tribuna lateral que está enfrente de la barra brava y desde allí podría hacer bonitas fotos, además de disfrutar del partido, así que ir a preferencia, la de la mitad, era una buena mejora, acepté, pero pasaron las horas y mi súperentrada en zona preferente se transformó en toda una incertidumbre, porque el hombre no sabía cómo meterme, al final la única opción era entrar colado con uno de los integrantes de la número 12 (la barra del Boca), amigo de él. ¿Y quién dijo miedo? no señor, ya metidos en faena había que seguir adelante. No saben la experiencia que fue.
Resulta que por culpa del pícaro que me engañó con lo de la entrada, me tocó esperar desde las 12 hasta las 4 de la tarde y no me dio tiempo de comer nada y en la tienda de comidas veo un letrero que dice Pati 10 pesos, Coca 10 pesos y me da por preguntarle a un gorila que tenía al lado, qué era un pati y el tipo me mira como con ganas de comerme sin pelarme y me dice: “ ¡y vos de dónde carajos sos!” y yo medio acojonado le respondí que de Colombia y el hombre cambio de actitud y con un tono más amable me dice que es una marca de hamburguesa. Más tarde veo de nuevo al gorila este parado en una barandilla metálica del estadio dirigiendo a todo mundo y cambiando los cánticos como director de orquesta, era el mismísimo jefe de la barra brava, menos mal le caían bien los colombianos, je,je.
Yo para camuflarme no dudé en cantar “yo soy del Boca desde la cuna…”
Me tocó ver dos peleas a puño limpio, alguien corriendo como alma que lleva el diablo en medio de la multitud de la tribuna, decían que seguro robó algo y huía. Pero lo más impresionante fue estar 2 horas enteras saltando sin parar, cantando y agitando las manos al son de las trompetas y los tambores de la hinchada (barra brava es un término de la policía según me comentaban los de la 12). En esta oportunidad el espectáculo estuvo en la tribuna.

Taller los trazos de la voz en la narración de cuentos: Para alumnas de la narradora Inés Grimland. 9 de agosto.

Las pausas, esos silencios que llenan de fuerza la palabra que continúa. Con nuestra voz dibujamos paisajes cual si fuera un pincel, creamos personajes, subimos, bajamos, hipnotizamos el público y nos hipnotizamos nosotros, para entrar juntos en esos mundos, en esos bellos rincones que nos regala un cuento.

La Plata: La enseña de las 3 ranas: 8 de agosto noche.

Bonito espacio, una función muy íntima como para contrarrestar la cantidad de gente en las funciones anteriores.

Feria del Libro Infantil: 8 de agosto.



Aquí aterrizo con mis cuentos del porqué de los seres y las cosas.
Qué divertido, je,je. Los niños y niñas corren conmigo y con Tortugolia, volamos como Papagayondolfo y entendemos por qué la tortuga hoy día es tan sabia, además de otras cosas. Una bonita función en un buen lugar, pero con el movimiento típico de estas megaferias (último día de vacaciones de invierno en la Argentina, ya se imaginarán cómo estaba aquello, de niños y padres).

Buenos Aires: 7 de agosto.

Aquí me espera mi amiga Inés Grimland. En su casa me voy a quedar, dejamos las maletas y nos vamos de paseo a conocer este Buenos Aires querido, como dice el tango, tierra del Zorzal criollo (Gardel), que tanto gusta a mi padre. Ya me parece sentir en el aire el olor a una buena parrillada, un churrasco, una entraña, humm, qué rico… lo siento, soy carnívoro por más que intento ser vegetariano. El azul del cielo hace juego con el tono de la bandera argentina que ondea cerca al obelisco, foto de rigor.
Caminamos por la avenida 9 de mayo, vamos a la Casa Rosada y en cada paso un edificio me llama la atención, me recuerdan Madrid y sus construcciones de principios de siglo, es precioso. Siento una extraña sensación ¿estoy en Europa? ¿Madrid, Paris? No señor, estoy en Buenos Aires, y las calles muestran una ostentosidad que habla de un tiempo en que la Argentina era llamada la despensa del mundo ¿y qué pasó? Seguro que lo mismo que nos pasa a todos los países suramericanos, nunca ha faltado quien venda el país y tampoco quien lo compre.

El Mesón Nerudiano: 6 de agosto, noche.

¡Qué sitio más bonito! Ya me habían hablado de él mi amiga Clara Piñero, también Inés Grimland y José Luís Mellado (a quien pude saludar allí). Hemos tenido buena suerte y la totalidad de las mesas están reservadas, lleno total. Algunos amigos se han acercado, también los chicos del taller del día anterior. Todo está listo.
Carlos empieza, nos da la opción de tomar dos caminos, una vez elegido nos lleva de la mano de sus palabras por los meandros de un particular romance. Lo escucho pero también espero.
El final de la historia nos deja pensando, como todo buen cuento, pero no tenemos mucho tiempo para ello porque aparece en escena Edel, vestida de negro riguroso, guapa y sonriente. Nos regala una bella historia, dos mujeres enfrentadas por un hombre que ya ha muerto, la amante y la esposa…no cuento más, ya se lo escucharán a Edel tan bien como nos lo ha contado.
Me toca a mí ¡qué nervios! mi primera vez en Santiago. Amigos, qué les puedo decir, fue una contada preciosa, un público entregado, que vivía las historias, suspiraron, rieron conmigo. Hay que vivir este sitio. Lo recomiendo, precioso lugar y preciosa gente.

Valparaiso 6 de agosto




viernes, 22 de agosto de 2008

Taller con los amigos de Habiaunaveztruz

El Taller:
10 personas, un número ideal para un taller y más si tienen ganas de aprender y de divertirse, que es la manera como mejor se aprende, divirtiéndose. Conmigo Edel y Carlos, ya nos ha dado tiempo de charlar, de conocernos, compruebo que es verdad lo que me cuentan de ellos, unas personas de gran calidad.
Todo sale fluido, tres horas que se van volando y ya tengo nuevos amigos.

viernes, 15 de agosto de 2008

De paseo por Santiago: 5 de agosto.

Una vez aquí hay que aprovechar, y cómo no, visitar la conocida Casa de la moneda, donde Salvador Allende luchó hasta la muerte, metralleta en mano (la misma que le regalo Fidel en visita oficial) contra el ejército sublevado a mando de Augusto Pinochet.

La Plaza de armas con su catedral, el edificio de Correos, el museo histórico de la ciudad (donde pude saber que los mapuches fueron de las tribus que mas reveses causaron a los españoles en la conquista, pueblo guerrero que jamás se rindió. Sus guerreros incluso mezclaron su sangre con la de las españolas que raptaron en sus incursiones) aquí también pude conocer más acerca de la guerra del Pacífico, esa que enfrentó a Perú, Bolivia y Chile.
Una plaza muy animada, en el centro, justo enfrente de la catedral, una especie de humorista callejero deleita al público que le celebraban su actuación, en la otra esquina un policía habla por su radioteléfono, un padre lleva a su niño de la mano contándole algo que no escucho pero que hace al niño reír, cerca de mí dos rubios (chico y chica) con pinta de gringos le toman fotos a la catedral. Miro el reloj son las 5:30 p.m., miro al cielo y lo encuentro azul profundo sobre una plaza que ha visto muchos atardeceres.


































Santiago de Chile: 4 de agosto.



A los pies de los Andes:
Pues aquí estoy, al otro lado del charco, pero bien al otro lado, de cara al Pacífico Sur después de 13 horas de vuelo, 11.000 kms de distancia y unas buenas turbulencias, sobre todo en medio del océano frente a las costas de Brasil, que me hicieron un nido en la garganta, no un nudo, un nido porque ahí tenía los hue…
Pero valieron la pena las horas de vigilia nocturna, la cordillera andina apareció luminosa, limpia y con un manto blanco precioso y yo en mi privilegiado balcón a 11.500 metros no pude evitar la tentación de sacar unas fotos, todo un espectáculo de la naturaleza.
Al aterrizar el día era oscuro y llovía en Santiago. Me dio pena. Pero el día sólo estaba tomando impulso y el sol estaba dándose tiempo para levantarse, sin prisas que el día es largo, además nunca viene mal una buena ducha para limpiar los malos humos de los que inundamos el cielo.
El sol salió, sí señores y Alfredo, mi buen amigo (que con jet lag y todo me sacó de paseo por la ciudad, cosa que agradezco), me llevó a uno de los cerros tutelares de Santiago, el San Cristóbal y desde allí pudimos ver una estampa preciosa, la cordillera nítida y serena, a los pies de ella, Santiago.

Aquí en Santiago me encontraré con los chicos de Habiaunaveztruz, Edel (que es una chica, aunque al principio pensé que era un chico) y Carlos, ambos son pareja. Me han hablado mucho de ellos y muy bien, así que será un placer conocerlos. Dictaré para sus alumnos un taller de narración y al día siguiente tendré una actuación en el espacio que ellos programan, en el Mesón Nerudiano.

Cruzando los Andes a 11.500 metros.

Sin palabras...