23 personas, había entre los asistentes varios narradores formados con Niré Collazo y Francisco Garzón Céspedes. Normalmente prefiero que mis talleres no pasen de 15 personas, pero un pequeño fallo de comunicación subió el límite. Pero no importó, a lo mejor el 23 es un número mágico, porque la cosa fue que ni que estuviera planeada.
El taller de Los trazos de la voz en la narración de cuentos nos hizo divertir y aprender. Estoy totalmente convencido de que la mejor manera de aprender es divirtiéndose y eso fue lo que hicimos.
Los trazos de la voz en la narración de cuentos:
Las pausas, esos silencios que llenan de fuerza la palabra que continúa. Con nuestra voz dibujamos paisajes cual si fuera un pincel, creamos personajes, subimos, bajamos, hipnotizamos al público y nos hipnotizamos nosotros, para entrar juntos en esos mundos, en esos bellos rincones que nos regala un cuento.
El taller de Los trazos de la voz en la narración de cuentos nos hizo divertir y aprender. Estoy totalmente convencido de que la mejor manera de aprender es divirtiéndose y eso fue lo que hicimos.
Los trazos de la voz en la narración de cuentos:
Las pausas, esos silencios que llenan de fuerza la palabra que continúa. Con nuestra voz dibujamos paisajes cual si fuera un pincel, creamos personajes, subimos, bajamos, hipnotizamos al público y nos hipnotizamos nosotros, para entrar juntos en esos mundos, en esos bellos rincones que nos regala un cuento.
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