Qué linda contada, encima tuve la oportunidad de contar delante de mi querida amiga argentina, Emiliana y de su novio Lucho. Una buena amiga a la que desde hace 6 años no veía.
Este espacio de verdad que es mágico, en su propia casa mi amiga Inés se ha inventado su propio rincón para los cuentos. El valor de la entrada incluía además de la sesión de cuentos, una degustación de comida colombo-argentina (antes de la función estuve cocinando mis archiconocidos patacones pisaos con guacamole y hogao, je,je) Inesita puso el toque argentino con un delicioso Locro.
Primero cenamos, luego vinieron los cuentos y por último hicimos una pequeña charla taller donde todos los asistentes me preguntaron cuanto quisieron, y ya para rematar alguno incluso se animó a contar divertidas anécdotas de su vida.
Este espacio de verdad que es mágico, en su propia casa mi amiga Inés se ha inventado su propio rincón para los cuentos. El valor de la entrada incluía además de la sesión de cuentos, una degustación de comida colombo-argentina (antes de la función estuve cocinando mis archiconocidos patacones pisaos con guacamole y hogao, je,je) Inesita puso el toque argentino con un delicioso Locro.
Primero cenamos, luego vinieron los cuentos y por último hicimos una pequeña charla taller donde todos los asistentes me preguntaron cuanto quisieron, y ya para rematar alguno incluso se animó a contar divertidas anécdotas de su vida.
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